lunes, 22 de octubre de 2007

Secame aunque esté seco

Soy un gato muy inteligente, eso lo saben todos. Esta mañana llovió torrencialmente acá en Corrientes y me mojé hasta llegar a casa, donde espero que alguien me seque con mi propia toalla (soy adinerado, eso también lo saben, no?). Mamá ya había salido y papá aún no se levantaba. Entonces me quedé en el sillón con Luna, secándonos mutuamente.
Cuando papá abrió la puerta a la planta alta subimos. Yo le conté que estaba lloviendo y que quería que me seque, aunque ya había pocos rastros de lluvia sobre mi pelaje blanco y negro.
Yo uso un fonema para cada necesidad, que mis padres entienden claramente. Además me ayudo de algunos gestos, por ejemplo, los guío hasta el lugar de mi interés (generalmente es la heladera), para que no quepan dudas. Así que cuando papá empezó a bajar la escalera yo me le adelanté para llevarlo hasta mi toalla. Él me entendió y me secó, aunque no me hacía falta ya. Para mí es una costumbre que cuando se larga la lluvia y me agarra afuera vuelvo rápido a casa donde alguien me seca con mi toalla celeste.
Además tengo muchas pertenencias: tres comederos, un cepillo, un jabón de coco, un moisés, varios collares, una medalla, dos sillones, una mecedora y hasta un dormitorio. Además tengo este website y dentro de poco voy a tener mi propia tienda para mascotas. Parece que se va a inaugurar en noviembre. Mejor. Es un mes de la suerte para mí, porque el 21 van a hacer tres años que llegué a casa.


Todavía juego con cualquier cosa

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