domingo, 29 de abril de 2007

Soy un gato gourmet

Cuando llegué a casa mi mamá me dio yogur de frutilla. Era un sabor desconocido para mí, y eneseguida lo adopté entre mis preferencias. Ya conté que el primer alimento seco no era de lo mejor, pero lo comí sin problemas hasta que se terminó y me compraron Whiskas.

Al poco tiempo de este nuevo menú me empecé a sentir mal, y perdí otra vida por un problema digestivo, causado por ese alimento. Lo voy a contar en otro momento. Lo cierto es que después de ese problema conocí el Cat Chow, que es lo que más me gusta en secos.

De chico empecé a probar todo lo que mis padres comían. No todo claro, sino aquello que estuviera a mi altura. No iba a comer una simple lechuga, pero sí me gustan los espárragos, el coco rallado, jamón cocido (no paleta), manteca La Serenísima (no una barata), y leche de la misma marca. No como mi tío Ricardo que una vez me quiso dar una leche en polvo berreta. Yo consumo sólo alimentos de marca.

Justamente, porque mi papá acostumbraba a bautizar a sus gatos de acuerdo a su propia personalidad, estuve a punto de llamarme Coco. Prevaleció el deseo materno y me llamaron Tomás.

En general me gusta probar un poquito de cada cosa que me llame la atención. Cuando regreso a casa después de una ardua jornada de ocupaciones, si mis padres están cenando me acerco para ver qué comen ellos, al tiempo que alguno se levanta para cerrar la ventana e impedir que vuelva a salir toda la madrugada.

Lo que más me gusta es llegar a casa y pedir Maurr (Whiskas de lata). De vez en cuando papá me prepara un paté de hígado de pollo que es lo más de lo más. Ya voy a agregar la receta para que mis parientes lo disfruten tanto como yo.

No hay comentarios: